R D acceso a la red postal pública

La aprobación del Real Decreto (en adelante RD) por el que se regula el acceso a la red postal pública ha polarizado al sindicalismo militante de la Casa hasta el nivel de las grandes ocasiones. Bonito espectáculo, que se merece un capítulo aparte.
1) Para los ugetistas es un paso adelante en el buen camino, no hay ningún motivo de alarma o no hay mal que por bien no venga. Se sitúan en alguno de los tres peldaños de esta escala descendente, pero no más abajo. Puede ser porque realmente así lo entienden o porque hay consignas del Gobierno afín en el sentido de que lo vendan bonito.
2) Los de CCOO/CSIF andan en pie de guerra. Parece que el RD ha salido adelante, no en contra, sino por encima de ellos. Y eso parece que duele.
“Tendríais que haber visto sus caras [de los negociadores de CCOO]”, nos contaba Doña Clarice en un arranque de sinceridad.
Si tenemos en cuenta que el contenido es perfectamente asumible por los del sindicalismo pragmático —a ellos no les salen granos por dar la mayor prioridad al objetivo de maximizar los beneficios empresariales— habrá que buscar los motivos del berrinche en otro lado.
Ellos saben que su modelo sindical, al menos en Correos, está muy desgastado.
Puede que hayan creído ver indicios de que sus interlocutores de la Dirección también lo saben y se disponen al recambio.
Para ellos sería terrible: habrían dejado de ser útiles instrumentos para el pastoreo de los trabajadores, apreciados, bien pagados, y estarían a punto de ser arrojados al cuarto de los trastos inútiles. Usar y tirar.
Muy crudo, ¿no? Pues real como la vida misma.
La salvación para estas “pobres víctimas” sería una demostración de fuerza por todo lo alto, reveladora de que aún están, de que aún son y de que no hay otros.
En estas coordenadas situaría yo a la campaña que han desencadenado con el RD como excusa; sabiendo que me puedo equivocar... o no.
3) Compañeros de USO: Espero y deseo que los pragmáticos no os pillen distraídos. Les harán falta teloneros para su función
4) Compañeros de CGT: Puesto que el RD no es tan malo ni es tan bueno, supongo que terminaréis por situaros con respecto a él en una posición intermedia entre las de UGT y CCOO
5) Ex -compañeros de Libre: Pues nada, ya nos dirán Ustedes...

Bien, sobre el contenido del Decreto, que ya toca:
No he visto nada que permita aventurar que la prestación del Servicio Postal Universal (en adelante SPU) le vaya a ser retirada a Correos.
Al contrario, porque se nos obliga a ceder ÚNICAMENTE los medios que estemos destinando a la prestación del SPU, se tiene que estar pensando en nosotros para dar este servicio ahora y en el futuro. En caso contrario ya no estaríamos obligados a ceder NINGÚN medio, y la parte de red postal que sea nuestra habría de ser duplicada para uso de otros operadores. Esa duplicación es precisamente lo que se trata de evitar porque es un despilfarro.
¿Qué entran aquí y aprenderán no sé qué?
Pues hombre, yo no sé si tenemos mucho que enseñar a las grandes multinacionales del sector. Me parece bastante más probable que aprendamos nosotros algo de ellos y quizá el intercambio sea bueno para todos.
En cuanto al riesgo que podría suponer para la financiación del SPU (se entiende que en el supuesto de que a Correos le saliera mal el negocio de alquilar los medios) no hay tal: por ley ya llevan contabilidades separadas y están prohibidas las subvenciones cruzadas; es decir, que desde lo que es el área SPU no se pueden trasvasar recursos al resto de la actividad.
También existe, por ley, la obligación de todos los operadores a contribuir a la financiación del SPU (si fuese deficitario) con unos porcentajes sobre sus ventas o sus beneficios, no lo recuerdo en este momento.
Quedaba un poco escasa de justificación esta obligación; bueno, pues ahora se puede entender que es a cambio de la posibilidad de acceder a la red en buenas condiciones.

Sobre la rentabilidad de la operación, sobre la ruina que dicen que se nos avecina... pues me parece que la cosa apunta más bien a la dirección contraria: Se trata de que estamos obligados a ceder medios materiales y humanos, necesarios para ejecutar todo el proceso productivo, desde la admisión a la entrega; sí, ¡pero no gratis! En las mismas condiciones que a las empresas filiales y asociadas.
Supongamos que nuestros gestores “barren” para Correos y saben hacerlo bien. Tienen obligación de poner accesible la capacidad productiva disponible. A ver qué se entiende por disponible. Desde luego no la que está ocupada produciendo para nosotros, sino la sobrante, que por lógica tendría que ser lo menos eficiente.
Pues vender eso, y cobrarlo al mismo precio que si fuera bueno, tiene más pinta de ser un chollo que una ruina. Se puede considerar una optimización de recursos.
Aunque las comparaciones sean odiosas, Telefónica está en la misma situación desde hace bastantes años, obligada por ley a ceder red atendida a sus competidores. Nadie en sus cabales diría que se ha arruinado por ello ¿verdad?
Lo lógico, lo previsible, es que para nosotros aumente la carga de trabajo y los ingresos en la proporción adecuada.
Adaptarse a la nueva situación requiere aumento del empleo y de las remuneraciones, si nuestros gestores actúan correctamente y nuestros sindicatos están donde les corresponde.
Yo no veo al Gobierno (de ningún color) desmantelando Correos y malvendiendo los despojos a cuatro amiguetes/afines. Eso no tiene lógica económica ni política.
No me caben muchas dudas de que lo que procura (y este RD va en esa línea) es potenciar esto como empresa, con la intención de convertirlo en un agente de primer orden en el concierto global, como se ha hecho con otras empresas salidas de la órbita pública, y hoy multinacionales importantes.
Está obligado a intentarlo; que lo consiga o no, eso ya se verá. De momento parece que no han avanzado mucho y por eso pedían “tiempo muerto” a Bruselas de cara a la liberalización de 2.009.

Para el final me he reservado lo más interesante: Para la empresa parece esto un buen asunto, para los laborales tampoco pinta mal, pero ¿alguien puede explicar qué leches hace un funcionario en medio de este embolado, trajinando envíos de un operador que se llama “los Rápidos de Pernambuco”?
Yo soy un servidor público al servicio de la Administración. A mí no tienen por qué involucrarme en los negocios de “los Rápidos de Pernambuco”. No tienen derecho.
Amiga Clarice, ¿negociaron también esto tus compañeros, esos que se sientan en Bruselas, o se les olvidó? Entiendo que para la empresa pueda ser positivo, pero para la gente con vocación de funcionario es un atropello. Y esa gente se merece una salida digna ¡YA!