lunes, 28 de junio de 2010

El recorte del 5% de tu salario

A veces las cosas no son lo que parecen.- 

  El recorte del 5% en el salario de los funcionarios resulta ser, a fin de cuentas, una medida de alcance económico bastante reducido. Las cifras manejadas se aproximan a los  2.500 millones de euros en 2010 y un poquito más en 2011; ésa es la estimación del ahorro de la Administración en gastos de personal.
  La comparación con otros datos, más o menos relacionados, servirá para que nos podamos hacer una idea más precisa de la importancia relativa de aquellas cantidades. Ahí van algunos ejemplos:
  (1) En un presupuesto de un billón, como es el de nuestro país, estaríamos hablando de un  2,5‰ (dos y medio por mil) del total; tiene su peso, naturalmente, pero en términos relativos no se debería considerar excesivo.
  (2) 15.000 millones es la cantidad que las Cajas de Ahorro van a pedir al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) en el contexto de los procesos de “fusión fría” que muchas de ellas ha acometido recientemente. Se  puede asimilar esta cifra a una primera valoración del coste del salvamento de las Cajas (del adecentamiento de sus balances, para no llevar tan lejos la expresión). Cabe decir, por tanto, que el sacrificio exigido a los funcionarios cubriría escasamente una quinta parte de lo inicialmente presupuestado para llevar a cabo aquello de la “reestructuración ordenada bancaria”. Eso nos han contado.
  (3) Cuando se empezó a admitir oficialmente la existencia de la crisis se puso a disposición del sistema financiero la cantidad de 50.000 millones para empezar, lo que empequeñece sobremanera a lo descontado ahora a los sufridos servidores públicos, casi veinte veces menor.
    Parece, pues, que el ahorro derivado del célebre recorte, ante la magnitud del descalabro generalizado, no es mucho más que la aspirina con que se trataría de curar un cáncer.  No creo que se pretenda sacar de ahí el dinero necesario para arreglar el desaguisado porque los 2.500 millones realmente dan para muy poquita cosa. Se puede sospechar que los tiros van en otra dirección puesto que la medida tomada por el Gobierno se explica mucho mejor considerando sus cualidades propagandísticas que se perfilan como bastante más interesantes que las meramente recaudatorias: Sería de mucha utilidad el hacer servir la agresión a los salarios que se pagan con dinero de todos como una especie de vaselina aplicada a las clases medias de este país, a las que van a sangrar (todavía más) porque es el colectivo indudablemente llamado a pagar los patos rotos.
  Es por ello que no importa demasiado si a los laborales también se les va a descontar y cosas por el estilo, es así porque el principal objetivo no era ahorrar una pequeña parte de más o de menos en los gastos de personal,  lo realmente importante es que PAREZCA que se actúa con firmeza frente a los envidiados/odiados funcionarios y que se requiere la solidaridad de las clases pasivas, incluso a pesar de las "terribles" huelgas convocadas por los agentes sociales. Les va a servir de justificación o de coartada a la hora no muy lejana de exigir sacrificios a casi toda la sociedad.

  Así las cosas, y mirando hacia Correos, se suscita una cuestión interesante: ¿Adónde irá a parar el dinero presupuestado inicialmente para salarios y no pagado en virtud (es un decir) del “decretazo”?
  Vaya por delante que mi deseo y mi convencimiento de lo que es económicamente útil van en la línea de no estrangular aún más al consumo extendiendo la psicosis de miseria generalizada, creando miedo por poco dinero. Éste es uno de los efectos más destacables de la histórica rebaja de sueldos. Sin querer o queriendo, se está lanzando el mensaje de que las cosas están peor que nunca y eso tiene sus consecuencias. 
  Cuando descuenta la Administración a sus trabajadores se estarían reduciendo sus gastos, en principio sin afectar apreciablemente a los ingresos si no se consideran los efectos provocados indirectamente sobre el consumo, gravado con el IVA y por tanto fuente de ingresos para la Hacienda Pública. El no-consumo resta ingresos y puede ocurrir que no sean pocos. 
 Aun con matices, teóricamente se puede admitir que la reducción de salarios a los funcionarios actúa en la dirección de minorar el déficit público (diferencia entre ingresos y gastos de las Administraciones Públicas).
 Sin embargo Correos es un mundo aparte; ha dejado de ser Administración para casi todo y tiene personalidad jurídica diferenciada y sus propias cuentas; por ello, cuando el recorte se aplica al personal que cobra de Correos, S.A., cualquiera que sea su forma de vinculación a esta Casa (laboral o funcionario) el resultado es una mejora en las cuentas de la empresa por la vía de un menor gasto, en este caso de personal, sin ninguna incidencia directa en el déficit público, que es lo que nos han vendido:  “Os exigimos este sacrificio para solucionar el problema del déficit”.
   Indirectamente, puesto que Correos es propiedad del Estado, una parte de aquellas ganancias podrían terminar llegando a las arcas públicas si al final del ejercicio hay beneficios y se decide repartir un porcentaje en dividendos. Pero claro, en el mejor de los casos únicamente una pequeña parte de lo que nos han quitado se aplicaría a la finalidad correcta.
   Correos lo que ha hecho es aprovecharse de la coyuntura para mejorar sus resultados a cuenta del recorte al salario de sus trabajadores mileuristas. Y no es calderilla, si le acaban descontando a todo el mundo (les viene de perlas) éstas serían las cuentas: Una media de 60 euros mensuales a cada uno por 60.000 trabajadores por catorce pagas, da como resultado  54 millones y medio de euros, a lo que se debe añadir el menor coste de las cotizaciones, que son en buena parte proporcionales al salario; estaríamos en torno a los 60 millones de euros.
 
  ¿Qué se hará con este dinero?
  Por la subida de tarifas de primeros de año, por la reducción de plantilla gratuita que podemos observar casi cada día, por las maniobras como la que se comenta en este artículo, Correos tendrá beneficios en 2010. Una parte de ellos se entregará al accionista único (el Estado) en concepto de dividendo, otra parte quedará para la sociedad en sus cuentas de reservas y, antes que todo ello, se habrán pagado espléndidos bonus a directivos y directivillos por el éxito del ejercicio y se habrá subvencionado generosamente a los sindicatos “responsables” que han dejado hacer diciendo  SÍ a todo.

lunes, 10 de mayo de 2010

Pérdida de empleo en Correos

  Este artículo nació de una polémica en torno a la cantidad de puestos de trabajo suprimidos en Correos en estos últimos tiempos.
Con los datos de la tabla, tomados de la web del Ministerio de Fomento:

http://www.fomento.es/mfom/lang_castellano/

  Un compañero, Artur Martí, ha elaborado el gráfico que puedes ver a continuación. Haz clic sobre la imagen si quieres verla un poco más ampliada.



  Las cifras correspondientes a un mismo momento o periodo no coinciden en todas las fuentes; por ejemplo, estos datos de empleados que vamos a manejar difieren de sus equiparables publicados en las memorias anuales de Correos. Seguramente es achacable a que no se han aplicado los mismos criterios para contabilizarlos. Es por ello que no se deben mezclar datos de diferentes fuentes, pero si nos ceñimos a una sola -en nuestro caso el Ministerio de Fomento- aquella disparidad no va a tener repercusiones de relieve. Es de suponer que los responsables hayan mantenido invariables sus respectivos criterios utilizados.

  La operativa normal de la empresa determina unas variaciones en el tamaño de la plantilla que se repiten en ciclos de un año, lo que se observa muy bien en la gráfica:
(a) Hay un pico en el tercer trimestre, sin duda por causa de las contrataciones para suplir al personal en sus vacaciones de verano, que se mantiene cerca de los 71.000 empleados, salvo en 2009 que baja un poco. Este descenso no se debe únicamente a una mayor austeridad en las contrataciones de aquel verano, la disminución ya venía de trimestres anteriores del mismo año y en una cuantía no mucho menor.
(b) Siempre hay una caída muy brusca en el último trimestre. Me ha sorprendido un poco porque esperaba que se notase el efecto positivo de la campaña de Navidad, pero parece que no llega a contrarrestar las cifras de Octubre y Noviembre.
(c) Se observa a simple vista que las cuatro barras correspondientes a 2009 se quedan un poco más bajas que las de idénticos periodos en años anteriores, lo cual induce a pensar en cierta destrucción de empleo durante ese año.

Esta clarísima estacionalidad del volumen de empleo, esta dependencia del calendario, está impidiendo que sean comparables entre sí los datos correspondientes a trimestres diferentes. Hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de plantear razonamientos y de sacar conclusiones, si queremos que tengan algún rigor y alguna validez.

  Me propongo ahora deducir de los datos si ha habido pérdida de empleo en 2009 y cuantificarla en caso afirmativo; para ello, coherentemente con lo expuesto anteriormente, voy a comparar el dato de cada trimestre de ese año con el del mismo periodo en 2008. El resultado de la diferencia sería la pérdida de empleo trimestral (o ganancia si fuese positivo, que no es el caso). Para poder hablar de pérdida anual he calculado el promedio de los cuatro trimestres, obteniendo como resultado final una cifra de 2.459.

Tres comentarios al respecto:
(1) El dato nos permite afirmar que Correos funcionó en 2009 con una media de 2.459 empleados menos que en 2008.
(2) Las cifras empeoran en la parte final del año. Es posible que la caída no hubiese tocado suelo a finales de 2009 y haya continuado en 2010.
(3) En todo caso, sí se puede hablar de una moderada pérdida de empleo en Correos, aproximadamente de un 4% del total

Corolario:
A esta merma de la plantilla no se le puede llamar ERE porque no se ajusta a la definición, pero en algunos de sus efectos sí es lo mismo, con una particularidad: A la empresa le ha salido GRATIS. Para sí quisieran casi todas las empresas de este país semejante margen de maniobra.
La Dirección de esta Casa debe estar inmensamente agradecida a los funcionarios que se han ido sin un euro de indemnización, después de haberse dejado aquí treinta años de su vida laboral. También a los que aún están y se dedican afanosamente a reivindicar la moratoria de la Tercera Directiva, en lugar de exigir una salida INCENTIVADA que sustituya a la política de hostigamiento a que se ven sometidos para empujarlos a que se vayan.
No menos agradecimiento es debido a los sindicatos firmantes de convenios que han hecho de comadronas en el alumbramiento del vigente sistema de provisión de puestos y acceso al empleo en Correos. Entre otras cualidades, tal sistema brinda al empresario la posibilidad de reducir plantilla cuando le convenga, sin coste, sin conflictividad, con toda agilidad… una obra de arte.
El que no lo quiera ver que no mire: Estos falsos representantes sindicales NO deben negociar más con los derechos de los trabajadores y eso se consigue retirando tu voto a quienes te han traicionado.

lunes, 26 de abril de 2010

Carta abierta a don Luis Pérez Capitán

En marzo de 2010 el Director de RR HH de Correos, don Luis Pérez, quiso añadir un poco de entusiasmo a nuestra a nuestra desmotivante nómina, mutilada año tras año por congelaciones, pérdidas de poder adquisitivo y CPA's traicioneros.
No, no nos añadieron un bonus propio de directivo, nos hicieron llegar, junto con ella, un escrito de don Luis que se despedía aquella vez con un cordial saludo. Líneas arriba nos contaba la maravilla de empresa en la que trabajamos y nos ofrecía datos y argumentos tendentes a dejar en nosotros la sensación de que mejor que esto casi no lo puede haber.
Se entiende que forma parte de su trabajo, pero no a todos convenció, nuestro compañero Miguel Ángel le respondió con esta carta abierta que amablemente me ha cedido para su publicación en este blog, blog en el que no es la primera vez que escribimos sobre don Luis Pérez. Recuerdo que me causó una desalentadora impresión a su llegada, y así lo escribí en aquel momento. Sus hechos posteriores no me han permitido modificar aquella percepción.



"Estimado compañero:

Me tomo la libertad de darte este tratamiento ya que usted se ha tomado la misma sin saber si es realmente mi compañero o no, yo creo que está usted a medio camino pues es cierto que es funcionario del Estado como yo, pero a usted le han hecho jefe mío a dedo.

En su carta de Marzo de 2010, que se adjunta a las nóminas cursadas, ha incluido una serie de falsedades a las que ya me tiene acostumbrado la revista ABRECARTAS (a la cuál también hace referencia). No es de recibo que pretenda seguir engañándonos con una serie de cifras vacías y datos ambiguos que no significan nada; por favor, trátenos como adultos y acuérdese de sus orígenes como funcionario de la INSPECCIÓN DE TRABAJO.

En lo que se refiere a los servicios de prevención, decirle que es cierto que se ha puesto más gente, pero ¿se ha preguntado si reúnen los requisitos mínimos para ocupar los puestos que ocupan y realizar las gestiones que hacen? Está claro que no; tampoco se ha preocupado de dotarles de medios, de asignar personal suficiente ni de darles una formación continuada que posibilite su trabajo.

También decirle que en lo que se refiere al cumplimiento estricto de la LPRL 31/1995 DE 8 DE NOVIEMBRE no está diciendo la verdad, sólo hay que fijarse en lo sucedido en diciembre/enero de 2009 en el CAM-2 de Barcelona y la situación actual del mismo centro, de la sucursal 36 de Barcelona, del CTA de S. Cugat del Vallés (calor insoportable en verano, botas inadecuadas para trabajar, utilización de carros de transporte deteriorados bajo órdenes recibidas de los jefes, movimiento de dichos carros de dos en dos por los toros (lo indicado es de uno en uno),descoordinación en la última nevada del ocho de marzo de 2010. No quiero olvidarme de las situaciones denunciadas en INSPECCIÓN DE TRABAJO DE BARCELONA, que se contabilizan por docenas, tales como la no aportación de medios a los DELEGADOS DE PREVENCIÓN para acudir a esas evaluaciones de riesgos que en Barcelona han sido impugnadas por la mayoría del Comité de Seguridad y Salud por entender este órgano que se han realizado de forma inapropiada e irregular.

De la vigilancia de la salud de los trabajadores ¿me lo dice o me lo cuenta? Le podría detallar cómo sistemáticamente se vulnera el artículo 100 del actual Convenio Colectivo o, lo que es lo mismo, el artículo 25 de la LPRL 31/1995 DE 8 DE NOVIEMBRE; sí, ésa que usted asegura que se cumple; ejemplos, todos los que usted quiera.

En lo referente a los servicios médicos que han de realizar la vigilancia de la salud de los trabajadores, decir que son risibles; no por su capacidad profesional, sino por los medios puestos a su disposición y la forma en que son remunerados. Tengo ahora mismo delante un documento de la Subdirección de Promoción de la Salud en el que se bonifica a los profesionales de la medicina en función de las altas que dan; es decir, cobran por dar altas médicas y no por ejercer la medicina.

De lo anterior gestiono algunos casos que resultarían inaceptables, como el de una trabajadora que lleva tres años pidiendo una adaptación de puesto en los términos establecidos en el vigente convenio colectivo, mientras sus hombros y Correos la están convirtiendo en una inválida para el resto de su vida.

Del absentismo, decirle que sólo ustedes son los responsables porque, si de verdad aplicasen las normas establecidas, si de verdad realizasen una vigilancia de la salud eficaz, si de verdad dotasen a los servicios médicos y de prevención de los medios necesarios, si diesen formación a los mandos intermedios relativa al cómo, al cuándo y al por qué se deben usar los EPL’s , si nos facilitasen EPI’s adecuados para nuestro trabajo, si se estableciesen limites razonables (carros transportadores con 16 cajas tipo B o 32 tipo A, como máximo), si los sistemas de trabajo se adaptasen a las personas (más del 50% de los trabajadores son mujeres) , si aplicásemos la CONCILIACIÓN DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR, si… los trabajadores estarían orgullosos de sentirse parte de esta empresa y mucho más motivados, que no todo es el sueldo mileurista que cobramos (no Vd., por descontado).

Creo que no debo extenderme más y, si usted cree oportuno que le aclaremos alguno de los términos de esta carta abierta, ni este sindicato ni yo mismo tendríamos inconveniente en hacerlo. Tampoco nos estorbaría la participación leal de otros sindicatos puesto que a todos nos debería mover la defensa del mismo interés legítimo de los trabajadores.

Sin otro particular, me despido de ti, estimado compañero, con la esperanza de que te abras a la realidad de la empresa, más allá de unas estadísticas, más allá de unos números, fiables y representativos sólo hasta cierto punto.

Miguel Ángel García Pecharromán
Salud Laboral SIPcte-USOC
Secretario de salud laboral FEP-USOC"

sábado, 10 de abril de 2010

Agítese antes de usar y tirar-IV

Conclusiones y alternativas.-

A modo de conclusión, en el último de esta serie de cuatro artículos del mismo título, tengo que decirle al funcionario de Correos que NO procede secundar las movilizaciones tal y como están planteadas. En ellas se va a encontrar completamente fuera de lugar, sin saber muy bien a quién le está pidiendo que apuntale el futuro de una empresa que no tiene graves problemas de supervivencia y que no cuenta con él para ese futuro por el que pretenden empujarle a pelear.
Bien arraigada está la creencia de que los sindicatos mayoritarios no tienen demasiado interés en unos representados (los funcionarios) sin futuro a medio plazo en Correos, desde el momento en que sus cuerpos y escalas han sido declarados a extinguir.
Conocida es la actuación de aquellas organizaciones durante el proceso de conversión en sociedad anónima, el destacado papel que han desempeñado en la gestión del expolio de nuestros derechos a cambio de nada, salvo quizás para sus propias siglas.
La ausencia de la problemática específica de nuestro colectivo en la tabla reivindicativa que han elaborado puede resultar ilustrativa de sus planes de futuro con respecto a nosotros; mejor dicho, de su falta de planes. Inicialmente podría caber la duda de que estuviésemos ante un olvido lamentable, pero tiempo de sobra han tenido para subsanarlo y no lo han hecho; hay que pensar que se ha querido hacer así. Parece que para ellos no importamos, salvo para pedirnos cuotas y sacrificios, para agitarnos antes de usar y tirar.
Y no es que el conjunto de exigencias que se nos propone secundar cause un rechazo especial, se las puede calificar de bastante beneficiosas para la empresa y, por ello, cabe esperar que a largo plazo lo acaben siendo para los trabajadores. Lo infumable es que pasen olímpicamente de los graves problemas que tenemos aquí y ahora y nos pidan que dediquemos nuestro esfuerzo a arreglar el mapamundi, haciendo solidariamente una parte del trabajo de la Dirección; por cierto, causante de bastantes de aquellos problemas que nos afectan de pleno.
Caben las reivindicaciones que se están planteando, pero no en exclusiva ni siquiera en primer plano, hay otras mucho más importantes para nosotros. Ningún funcionario de Correos debería asumir una tabla que no empezase por exigir:

(1) Facilidades para el funcionario que quiera irse porque desea seguir siéndolo. Esto podría concretarse en la reivindicación de un número importante de plazas para ellos en la Administración Autonómica y Local porque la Central, salvo en Madrid, parece que no da mucho más de sí en lo que se refiere a capacidad de acogida.
(2) Respeto a sus derechos y garantías para los que prefieran quedarse, con especial atención al resarcimiento del derecho a una carrera profesional digna y real, que se les ha birlado en esta última década por la aplicación exhaustiva de los llamados criterios de idoneidad (del dedo benefactor) en detrimento del derecho a un sistema de acceso a puestos basado en los criterios de igualdad. Mérito y capacidad. Se tendría que exigir una promoción interna generosamente dotada en plazas que compense de las que no se han ofertado en los últimos tiempos.
(3) Prejubilaciones o cualquier figura similar que permita a los compañeros de más edad poner dignamente el punto final a su trayectoria laboral, en igualdad de condiciones con las cincuenta mil empresas de este país en las que se han hecho operaciones de este tipo, en muchas de ellas con menos motivos que en la nuestra (léase bancos y cajas).
(4) El cese inmediato de esta política de RR HH que venimos padeciendo, que parece diseñada para potenciar en el personal las ansias de irse de aquí cuanto antes y a donde se pueda, política ejecutada principalmente a base de presiones de todas las especies, rozando la ilegalidad en no pocas ocasiones. El próximo que venga que trate de incentivar positivamente.

viernes, 26 de marzo de 2010

Agítese antes de usar y tirar-III

No es como para levantar pasiones.-

Por su importancia, empezaré reproduciendo la tabla reivindicativa propuesta, tal como ha aparecido en diversos medios:

(1) Moratoria de la Directiva Postal
(2) Prestador del SPU
(3) Barreras de acceso
(4) Derogación reorientación del decreto de acceso postal
(5) Coste neto del SPU vía presupuestos
(6) Plan estratégico plurianual, que apueste por la diversificación
(7) Acuerdo plurianual con avances salariales
(8) Empleo y promoción
(9) Salud laboral e igualdad
(10) Permisos

El sindicato promotor viene planteando el contenido de los seis primeros puntos en foros diversos y desde hace ya bastante tiempo. Pocas dudas me caben de que sus verdaderos intereses giran en torno a esas reivindicaciones, mientras que las últimas de la relación vienen a ser una especie de tributo pagado para conseguir la adhesión de los demás sindicatos a su proyecto; un guiño que se hace a los nuevos socios y a todos los representados, pero puntualizando que: “Se llegará hasta donde se pueda”.

Dos cosas me han llamado la atención:
(1) Las reivindicaciones que más les interesan, por su contenido, requieren ser ventiladas en ámbitos jerárquicamente superiores a Correos; es decir, si se hace presión para conseguir cualquiera de las cinco primeras peticiones no es para que la Dirección de la Casa las conceda -no está en su mano-, sino para que haga su trabajo, que consistiría en trasladar esas necesidades a las instancias políticas capacitadas para resolver. Pensar que la movilización de dos carteros y cuatro liberados sindicales (pocos más se esperan) influirá poderosamente en las decisiones del Ministro de Fomento es muy poco realista.

(2) Con respecto a las últimas, las de andar por casa, es bueno observar y recordar que se refieren a cuestiones internas reguladas en acuerdos y convenios diversos que han sido pactados con las organizaciones sindicales, entre ellas el sindicato convocante, que ha desempeñando en tales pactos un papel muy destacado; es de suponer que las cosas se habrán ido haciendo a su gusto o conveniencia, al menos en parte. Sabemos que ha sido así y no es muy probable que ahora se descuelguen con alguna alternativa muy alejada de lo que han defendido en los últimos años; así pues, aquel “Se llegará hasta donde se pueda” tiene muchísimas probabilidades de acabar en un "no se llegará demasiado lejos".

Si alguien se hubiera propuesto ganarse al Consejo de Administración y a los altos ejecutivos de esta Casa posiblemente se habría dirigido a ellos con un mensaje similar al que subyace bajo las reivindicaciones más notorias de la tabla planteada, que se pueden sintetizar en el deseo de viabilidad y la exigencia de garantías de futuro para Correos como empresa. No es cierto que esto atente contra los intereses de los trabajadores de a pie, pero sí lo es que sólo verán de utilidad en ello la defensa de su empleo a largo plazo, y eso después de mirarlo detenidamente. No es gran cosa, no es como para enfervorizar. El timo del largo plazo está muy visto y sólo medio-funciona cuando no hay problemas graves a corto plazo; si los hay, como en nuestro caso, lo que se percibe es un intento de esconder lo que nos está agobiando aquí y ahora detrás de unos logros que se nos dice que llegarán… Dios sabe cuándo y por nuestros sacrificios presentes, claro.
No, la convocatoria no es como para enfervorizar.

martes, 16 de marzo de 2010

Agítese antes de usar y tirar-II

Las movilizaciones de primavera, causas y motivos.-

En Correos hay algo más de 25.000 funcionarios de los que una buena parte abandonará la empresa a medio plazo. Ello sin tener en cuenta la posibilidad de que CCOO y sus nuevos socios consigan dar la vuelta a la voluntad de las instituciones europeas de gobierno y, sirviéndose de los currelas de esta Casa como ariete rompedor, paralicen el proceso de liberalización del sector, que ya dura más de una década y se encuentra a las puertas de su fase definitiva en lo que se refiere a los aspectos legales.
La privatización de los antiguos monopolios postales de cada país es un efecto secundario de aquella liberalización y la desfuncionarización de la plantilla de Correos es uno de los efectos de la intención privatizadora de los sucesivos gobiernos de España. Los acontecimientos van encadenados.
La probabilidad de que los sindicatos indicados consigan su objetivo es prácticamente nula, así que las cosas van seguir su curso preestablecido y no volveremos a los tiempos del servicio público mantenido fundamentalmente por funcionarios. En estas condiciones el personal laboral no debe temer demasiado por sus empleos: Si se marcha gratis un 20% de la plantilla (supongamos unos 15.000 trabajadores), que tiene derechos adquiridos y remuneraciones comparativamente altas, puede suponerse que la dirección de la empresa estará encantada con ello y que no se verá en la necesidad de recortar empleo en otros colectivos. Tendría que haber estado muy irracionalmente sobredimensionado el factor trabajo para que a estas alturas sobre todavía más del 20-25%, por mucha caída de las ventas que haya habido y por más que vaya a durar la situación.
Dicho de otra manera: Mientras haya 15.000 personas dispuestas a irse, y posibilidades reales de que lo acaben haciendo más pronto que tarde, no hay razón para que la cuestión del empleo sea aquí fuente de una gran preocupación para los trabajadores, tanto funcionarios como laborales; a lo sumo, deberían estar interesados TODOS, cada cual por sus motivos, en que se favorezca y se agilice la salida de los funcionarios.

Es completamente falso que esté amenazada la viabilidad de Correos como empresa. Miente quien lo diga o está mal informado.
En primer lugar porque entró en esta crisis con un envidiable ratio de deuda sobre recursos propios y tiene todas las posibilidades de salir de ella con menos hematomas que buena parte de la competencia, que estaba creando su red en aquellos momentos de euforia y endeudándose hasta las pestañas. Es lícito suponer que ligero de carga inútil se tiene que atravesar el desierto mucho mejor que los demás.
En segundo lugar Correos no tiene problemas de balance, de patrimonio (estos son los que llevan al concurso de acreedores); puede tener alguno puntual de liquidez y eso, ciertamente, podría terminar originando desequilibrios graves, particularmente en situaciones de estrangulamiento del crédito a nivel general, como la que estamos viviendo; pero esto vale para los otros, mucho menos para quien tiene como accionista único al Estado y por ello acceso privilegiado a la financiación.
En tercer lugar, aunque no les venga bien reconocerlo a determinados sindicatos, claro que SÍ hay un plan de viabilidad para esta empresa y ya se está ejecutando. La subida de tarifas superior al 6 % que autorizó el Gobierno a primeros de año, anunciada como “un primer paso en la adecuación de las tarifas a los costes”, aparte de que la justificación sea bastante peregrina, contiene un mensaje muy claro para quien lo quiera entender: Ahí tenéis una subida sustancial y habrá más. Se está por la consolidación de Correos y va a ser financiada por los usuarios, al menos en buena parte.
Añádase a esto el ahorro en gastos de personal derivados de los cientos de ofertas de trabajo mensuales caídas del cielo a sus empleados más veteranos (con más puntuación), que abandonarán la empresa con coste cero para incorporarse a la AGE en algún concurso de traslados o similares.

Si realmente no hay problemas de empleo, y Correos no se hunde, poco se salva de la exposición de motivos de los promotores de las movilizaciones. O son unos pésimos analistas o sus motivos no son los que nos han contado. También podrían ocurrir las dos cosas.

viernes, 12 de marzo de 2010

Agítese antes de usar y tirar-I

Las movilizaciones de primavera, situémonos.-

Hasta finales de Junio España ocupará la presidencia de la Unión Europea y por detrás de los hechos asoma la posibilidad de que los dos grandes sindicatos hayan adoptado la política de arropar al Presidente durante su mandato. Sirvan como ejemplo la desesperante paz social del primer trimestre de 2010 -mientras tanto una quinta parte de los trabajadores vive el drama del paro en primera persona- y las declaraciones públicas de los dirigentes sindicales en el sentido de no considerar adecuadas en estos momentos las medidas de presión contundentes.
CCOO-Correos llevaba muchos años contemporizando con la Dirección, ajeno a casi todos los intentos de movilización habidos en los últimos tiempos, cuando no posicionándose abiertamente en contra. Es por ello que sorprende inicialmente la campaña de agitación que están ejecutando, precisamente sobre aquel paisaje en calma descrito en el párrafo anterior.
En el intento de encontrar explicaciones a su comportamiento, aparentemente extraño, he encontrado un par de teorías que pueden servir:

(1) Es un acto de indisciplina contra la línea oficial del sindicato a nivel nacional.
Mal asunto para los trabajadores de Correos: les esperan muchos mas sacrificios que recompensas. Si el intento llega a tener visos de prosperar los dirigentes rebeldes serán llamados al orden y es muy probable que surta el efecto disuasorio perseguido, en una organización jerarquizada y bien disciplinada, tal como ésta, que se mantiene viva principalmente por y para la defensa de unos intereses muy concretos: los suyos. Difícilmente podrían permitir que una situación descontrolada terminase poniendo en peligro el negocio de todos.

(2) El movimiento es consentido y controlado.
Podría suceder que estuviesen habilitando una válvula de escape a la tensión social lógica en estos momentos, de mantener un punto caliente bajo control, sin alejarse demasiado del verdadero objetivo, que seguiría consistiendo en mantener apaciguadas a las masas de trabajadores.
Para las gentes de Correos tampoco resultaría muy estimulante esta posibilidad. El colectivo implicado tendría que haber sido cuidadosamente seleccionado por destacar en aquellas cualidades típicamente ovinas (docilidad, nula capacidad de respuesta, etc.) y de esa manera poder servirse de él sin mayores complicaciones. Sería muy triste el haber llegado a tal estado de indefensión, tratándose nada menos que de 65.000 trabajadores, entre los que me incluyo.

Sea como fuere, a estas alturas ya ha quedado claro que el proyecto de movilización es serio, al menos en su fase inicial; otra cosa es cómo acabe. Uno de los hechos que lo corrobora es que los promotores se han tomado la molestia de dirigirse a los sindicatos minoritarios a través de la plataforma que los aglutina y en algún caso es posible que mediante encuentros bilaterales que no se han hecho públicos. Lógicamente pretenderán conseguir de ellos lo que les falta y necesitan para sus fines; es decir, un poco de credibilidad entre las bases y alguna capacidad de convocatoria. Tales cosas son necesarias para movilizar a un colectivo, aunque pueden no ser suficientes. No necesitarían a estos compañeros de viaje para otra cosa puesto que medios ya los tienen todos.

Un interesante corolario que se puede extraer de todo esto es el siguiente:
Después de lustros excluyendo a sus nuevos socios de todo lo excluible, de traiciones de todas las especies, de perseguir la hegemonía sindical sin reparar en medios, sin ningún escrúpulo… el acercarse a los sindicatos minoritarios después de todo esto tiene que deberse al conocimiento de sus propias limitaciones; es decir, en CCOO-Correos deben saber perfectamente que carecen de aquello que buscan en los otros sindicatos y que lo han perdido, puesto que un día lo tuvieron.

jueves, 11 de febrero de 2010

Desatinos sindicales

Esto es lo que dicen ahora mismo los que marcan las directrices a los dirigentes de CCOO-Correos:

“El sindicato CC OO no contempla por el momento la posibilidad de convocar una huelga general por la política del Gobierno frente a la crisis económica y el aumento de la edad de jubilación porque "deterioraría" la imagen de España en el exterior, dijo hoy su secretario general, Ignacio Fernández Toxo.”

Tomado de Invertia:

http://www.invertia.com/noticias/noticia.asp?idNoticia=2289499

No es fácil encontrar alguna lógica en este intento de movilización que tratan de plantear en estos momentos a cuenta de los carteros.
Por un lado, los líderes del propio sindicato no están por la labor. ¿Hasta dónde permitirían llegar a los chicos de Correos?
Muchos motivos no hay para pensar que les van a dejar hacer, en contra de los presumibles compromisos contraídos al más alto nivel.

Por otro lado, por mucho aparato propagandístico y muchos medios que pudiera tener CCOO, su mensaje no conseguirá entusiasmar a los trabajadores, no puede llegar a calar.
En este caso no es creíble el cuento de que se salvarán nuestros puestos de trabajo dejándonos media paga del mes detrás de su movilización para conseguir subvenciones, inversiones y garantías para Correos. Así podríamos llegar a salvar el proyecto de empresa privada que han elegido nuestros políticos y que ha avalado su organización, supuestamente sindical. Salvaríamos también el puestazo blindado de alguno muy listo; sin embargo, nuestros puestos de trabajo se salvarían, seguro, devolviendo Correos al ámbito de lo público y largando a una buena parte de los “idóneos”, que nos han traído hasta esta delicada situación.

¿Tiene algún sentido apartarse de la línea oficial del sindicato y embarcar a la gente en una movilización que será un fracaso con probabilidad cercana al 100%?

Engañan o están engañados cuando aseguran que la subida de tarifas de éste año, anunciada como un primer paso en la adecuación de las tarifas a los costes, es un mero parche.
No señores, eso es una opción, tomada al margen de Vds., que lleva implícita una idea muy clara de cómo aliviar el efecto de la pérdida de envíos -es el problema acuciante-, de cómo mantener el rumbo hacia los objetivos establecidos -llegar a la privatizacion-, en medio del parón general de la actividad económica.

No es serio “invitar” a UGT a sumarse al carnaval y criticarles por su negativa. El de ellos de hace un par de años pregonaba unos objetivos algo más cercanos a los trabajadores y Comisiones dio plantón. El resultado de ambos seguramente será parecido, el que NO se sume está disculpado.

La Unidad sindical está muy verde, eso queda bien patente. Es una pena para los trabajadores de Correos, que somos los verdaderos damnificados en la situación.

miércoles, 27 de enero de 2010

Las reivindicaciones de nuestros sindicatos

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Resulta sorprendente que aún sigan encontrando creyentes.

Tanto los planteamientos de CCOO en la 10ª reunión de la Plataforma de Unidad Sindical, anteponiendo a todo la creación de un camaleónico frente político/financiero, como sus posteriores comunicados llamándonos a secundar las movilizaciones que anuncian para próximas fechas, han provocado más odios que amores.
Las reivindicaciones que hay detrás se concretan en ralentizar –si no parar- la liberalización del sector postal que ellos mismos han avalado durante más de una década, en la petición de una generosa financiación para el Servicio Postal Universal en España, en pedir una abundante dotación para inversiones (en algún lado se habla de 1.200 millones, nada menos) y solicitar una reserva a Correos de la condición de prestador del SPU durante quince años. Casi nada.
Suena bastante bueno para nuestra Casa el mensaje, sólo que se han equivocado de auditorio y lo han lanzado en lugares y circunstancias inadecuados, dirigiéndolo a una audiencia a la que no le dice mucho. Hace tiempo que han perdido el norte. Eso mismo, dicho en el Consejo de Administración, seguro que encontraba una fervorosa acogida y hasta puede que impulsara a tan distinguidos señores a agarrar la pancarta y salir a la calle gritando las consignas de Comisiones. Consejeros pancarteros entonces.

Mi extrañeza no es tanto por que aún les escuche alguna gente, como por que hallen cierto eco en otras organizaciones sindicales merecedoras de ese nombre; es que estamos acostumbrados a verles procurando utilizar a los trabajadores en sus batallitas por la hegemonía y la financiación de su organización; como no puede ser de otra forma, cada vez deberían engañar a menos.
Tampoco sorprende gran cosa su desacertado análisis de las cifras de Correos y de la coyuntura postal en general. Está claro que no son lo que fueron y hace tiempo que no dan una en la diana.

Es beneficioso para la empresa lo que piden, cierto, y no me quejo de ello, sino de lo que NO piden. Lo que no perdono es que se hayan olvidado de nuestros intereses como trabajadores. Como si pensaran que ya vivimos en Jauja y no hace falta nada.

Pienso que en estos momentos ningún funcionario de Correos debería asumir una tabla reivindicativa, venga de donde sea, que no empezase por:
--Exigir al Gobierno el compromiso de conseguir de las diferentes administraciones una oferta de 3.000 plazas en la Autonómica y la Local para los carteros atrapados en el medio rural y en lugares donde no salen ni saldrán vacantes de la Central. Para que tenga la posibilidad de irse quien quiera irse.

--Exigir del Presidente la promesa de convocar inmediatamente 1.500 plazas de Promoción Interna. Para que tenga posibilidades reales de promocionar quien desee hacerlo.

--Exigir del Gobierno la puesta en marcha de algún mecanismo especial para Correos que posibilite la desvinculación de la actividad laboral a funcionarios que por su edad piensen ya en la jubilación.

--Exigir a TODOS los sindicatos implicados la inmediata constitución de juntas de personal y comités de empresa y la dotación de medios suficientes y capacidad para que puedan defendernos de las prácticas abusivas, cada vez más extendidas en nuestra empresa.

--Exigir el final de la indecente política de RR HH basada en aumentar la presión para incentivar la salida “voluntaria” de Correos en el colectivo de personal funcionario; política que ocasionó el efecto secundario de requerir la dotación de más de veinte millones de euros en 2008 para provisionar litigios contra el propio personal. Menos presiones y más lealtad, más ofertas.

Después de estas reivindicaciones pueden tener cabida las que propone Comisiones, sobre todo para justificar las peticiones de aumento de salario; pero después, no antes. Mucho menos en exclusiva olvidándose de todo lo demás.

martes, 19 de enero de 2010

Postalmente cierto

Las cosas están cambiando deprisa en el sector postal europeo y Correos no se queda al margen. A los trabajadores de Correos tampoco nos va a pasar el toro de refilón y haríamos bien en sentirnos afectados porque esto SÍ va con nosotros.

En un artículo anterior sobre La Poste francesa os comentaba cómo el Gobierno del país vecino había movido ficha haciendo aprobar la conversión de la entidad pública postal en sociedad anónima. Nada menos que en Francia.
Lo que yo creí ver detrás de aquel hecho fue un intento de avanzar en la carrera por una posición de dominio en el sector y una señal bastante clara de que apostaban por que la crisis mundial no retrasaría demasiado el proceso liberalizador concretado en la 3ª Directiva.
Los demás operadores relevantes deberían tomar buena nota del suceso y actuar.

Eso ha hecho el Gobierno español: Actuar.
Es como si nuestros presupuestos de 2010 -quizá un poco más conmovedores de lo que correspondería- hubiesen dado paso a una subida de tarifas superior al 6%, unos cinco puntos por encima del IPC previsto.
El hecho es excepcional (normalmente se han utilizado los precios postales para ayudar a controlar la inflación) y tiene un significado claro: es un intento bastante bueno de salvar las cuentas de Correos.
Por concretar un poco en cifras, decir que sobre unos ingresos de 2.000 millones, en un mercado de baja elasticidad precio/demanda, un aumento del 6,25% en el precio podría originar un aumento de ingresos cercano a los cien millones de euros sin incidencia apreciable en los costes; es decir, cien millones de beneficios de un plumazo.
No quedan ahí las cosas, se nos dice que esto sólo es un primer paso en la adecuación de las tarifas a los costes reales, lo que se podría traducir perfectamente por: “Habrá todas las subidas que sean necesarias para poner a Correos donde queremos que esté. Paga el usuario”

Nos dicen los compañeros de Comisiones que el Gobierno se ha limitado a parchear la situación con esta subida de tarifas. Tendrían razón si para el año próximo se desanda lo andado, en una coyuntura similar a ésta; pero es que no hay indicios de ello, todo lo contrario: se pueden barruntar nuevas subidas, como se comentaba en el párrafo anterior.
Lo que realmente les escuece, seguramente, es que no se les ha tenido en cuenta a la hora de tomar decisiones, que su vieja propuesta de pacto por el sector postal no encuentra ningún eco y que ven cómo pierden protagonismo… e ingresos por ese motivo.
Anuncian movilizaciones inminentes y no sé de dónde pensarán sacar la capacidad de convocatoria que tienen más que perdida a estas alturas.
Será digno de verse.

miércoles, 13 de enero de 2010

¿Quién se permite la licencia de corregir al Presidente?

Yo espero que haya sido él mismo quien ha mecanografiado su carta manuscrita que se publica en la página dos de la revista Abrecartas Nª 47, correspondiente a Noviembre/Diciembre de 2009.
Siendo así, y dando por supuesta la buena fe de la gente, lo mínimo que se le puede achacar al responsable de haber publicado ambas versiones juntas, una al lado de la otra, es falta de la profesionalidad necesaria para haber leído ambos documentos antes de ser publicados y haber avisado al autor de las diferencias habidas entre ellos, con tiempo suficiente para que pudiese rectificar.

Esto es una parte de la versión manuscrita:
Tengo claro que sois vosotros, los empleados de CORREOS, el gran valor, la fuerza de esta empresa. Necesitamos del esfuerzo y el trabajo en equipo de todos y cada uno para que el día a día sea fructífero y lograr así los objetivos de esta gran compañía: prestar un servicio postal de la máxima calidad y eficiencia, a la altura de las demandas de los ciudadanos del siglo XXI.

Esto le corresponde en la versión mecanografiada:
Tengo muy claro que sin vosotros, los empleados de CORREOS, que sois el gran valor y la fuerza, no sería posible; para ello necesitamos del esfuerzo y el trabajo en equipo de todos y cada uno para que día a día sea fructífero y lograr así los objetivos de nuestra compañía: prestar un servicio postal con la máxima calidad y eficiencia, a la altura de las demandas de los ciudadanos del siglo XXI.

Si la versión mecanografiada no es del propio autor debería guardar una fidelidad del 100% a la manuscrita, máxime considerando que se van a publicar juntas y que se trata del Presidente de la institución; no es de recibo corregirlo públicamente, mucho menos en una publicación oficial y destinada a todos los empleados de Correos.
Es difícil asimilar que la autoría pueda ser de otra persona distinta porque tendría que haberse tomado unas libertades inconcebibles (o unas cuantas copas de más)… todo ello para terminar empeorando la legibilidad del escrito inicial.
De todas formas, los recursos limitados de la empresa y los árboles de la naturaleza merecen ser puestos al servicio de causas mejores.
Vaya nivel.