miércoles, 13 de enero de 2010

¿Quién se permite la licencia de corregir al Presidente?

Yo espero que haya sido él mismo quien ha mecanografiado su carta manuscrita que se publica en la página dos de la revista Abrecartas Nª 47, correspondiente a Noviembre/Diciembre de 2009.
Siendo así, y dando por supuesta la buena fe de la gente, lo mínimo que se le puede achacar al responsable de haber publicado ambas versiones juntas, una al lado de la otra, es falta de la profesionalidad necesaria para haber leído ambos documentos antes de ser publicados y haber avisado al autor de las diferencias habidas entre ellos, con tiempo suficiente para que pudiese rectificar.

Esto es una parte de la versión manuscrita:
Tengo claro que sois vosotros, los empleados de CORREOS, el gran valor, la fuerza de esta empresa. Necesitamos del esfuerzo y el trabajo en equipo de todos y cada uno para que el día a día sea fructífero y lograr así los objetivos de esta gran compañía: prestar un servicio postal de la máxima calidad y eficiencia, a la altura de las demandas de los ciudadanos del siglo XXI.

Esto le corresponde en la versión mecanografiada:
Tengo muy claro que sin vosotros, los empleados de CORREOS, que sois el gran valor y la fuerza, no sería posible; para ello necesitamos del esfuerzo y el trabajo en equipo de todos y cada uno para que día a día sea fructífero y lograr así los objetivos de nuestra compañía: prestar un servicio postal con la máxima calidad y eficiencia, a la altura de las demandas de los ciudadanos del siglo XXI.

Si la versión mecanografiada no es del propio autor debería guardar una fidelidad del 100% a la manuscrita, máxime considerando que se van a publicar juntas y que se trata del Presidente de la institución; no es de recibo corregirlo públicamente, mucho menos en una publicación oficial y destinada a todos los empleados de Correos.
Es difícil asimilar que la autoría pueda ser de otra persona distinta porque tendría que haberse tomado unas libertades inconcebibles (o unas cuantas copas de más)… todo ello para terminar empeorando la legibilidad del escrito inicial.
De todas formas, los recursos limitados de la empresa y los árboles de la naturaleza merecen ser puestos al servicio de causas mejores.
Vaya nivel.

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