miércoles, 19 de diciembre de 2007

La huelga que pudo ser

Y llegó el día diecinueve.
He dedicado estos últimos días a intentar explicar en los foros de internet las razones del NO a la huelga, he aportado todos los argumentos al respecto de que disponía.
Creo no haberme apartado mucho de mi firme propósito inicial de respetar a las personas; en todo caso, ofrezco mis disculpas a quien haya podido ofender injustamente.
Me queda la grata sensación de haber hecho lo que había que hacer, de haber dicho lo que había que decir.

Y ahora, compañero, la palabra la tienes TÚ.

Espero de ti que comprendas que tu decisión NO es intrascendente porque la suma de todas debería determinar una buena parte de la acción sindical del futuro inmediato.
No da lo mismo.
Espero de ti que hagas, por el bien de todos, el esfuerzo de elegir bien; que des tu apoyo a la opción que en conciencia consideres más honesta... y que aciertes.

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