sábado, 9 de diciembre de 2006

R D acceso a la red postal. No es para tanto

Empezaré por decir que me estoy refiriendo al Real Decreto que regula el acceso a la red postal pública (en adelante R D), y que quien esto escribe es un funcionario convencido de que no se ha inventado nada mejor que el Estado para proporcionar un servicio público a la ciudadanía, con una relación calidad/coste aceptable y mantenida durante periodos largos de tiempo.
Mi intención no es posicionarme a favor o en contra del R D, que doctores tiene la Iglesia, sino la de resaltar su coherencia dentro de la línea trazada hace años, en pos de la liberalización del sector postal en Europa.

Desde el mundo sindical también se puede creer que la mano invisible del mercado es capaz de hacer las cosas mejor que nadie (si se le permite actuar en las condiciones adecuadas), o que no, que la intervención del Poder, la planificación centralizada, proporcionan mejores frutos para el conjunto de la sociedad.
No me parece fácil justificar posiciones neoliberales desde un sindicato de trabajadores, ya que debería ser intervensionista, casi por definición, en defensa de los intereses de sus representados; pero bueno, aquí todo es relativo y hay quien sabe hacer cosas difíciles o pretende saberlo, así que tenemos disponibles casi todas las opciones sindicales.
Ciñéndonos al mercado español de los servicios postales y a Correos particularmente, resulta que nuestros sindicatos mayoritarios llevan aproximadamente una década conviviendo pacífica y armoniosamente con la Directiva Europea 97/67 que plasmaba el deseo de liberalizar el sector en Europa y con la Ley Postal del 98 que trasladaba fielmente aquellas intenciones a nuestro país.
Por citar una ocasión solemne en la que se han manifestado claramente las preferencias por la opción liberalizadora remitiría al lector al último congreso de CCOO, celebrado en Galicia.

Pues bien, si realmente se desea adecuar el entorno para que el mercado pueda funcionar correctamente, una actuación necesaria –aunque no suficiente porque no es la única– consiste en favorecer la competencia leal entre los oferentes del servicio, y antes que eso ingeniárselas para que existan y para que puedan trabajar.
Me parece claro que si se propugna el libre mercado, y se quiere ser coherente, no se le puede poner zancadillas al libre acceso a una industria por parte de las empresas interesadas y en unas condiciones asumibles, que realmente permitan ese acceso en la práctica.
Sucede que en este negocio no hay más remedio que apoyarse en una red para funcionar, lo mismo vale para las comunicaciones telefónicas y el transporte por ferrocarril, por poner dos ejemplos. En nuestro caso utilizamos la red postal pública.
¿Y los demás operadores, cuya concurrencia habíamos considerado necesaria ?
Que también necesitarán red es algo que no tiene vuelta de hoja, y llegados a este punto solo se me ocurren dos opciones: que creen la suya propia o que utilicen la que hay, en unas condiciones razonables a determinar en breve.
Crear unas cuantas redes paralelas no puede ser la solución porque eso es carísimo de montar y de mantener, y supondría una auténtica barrera de entrada a la industria para la inmensa mayoría de las empresas que no pueden afrontar semejante inversión. Para las pocas que sí pueden elevaría demasiado el umbral de la rentabilidad.
Por otra parte para el conjunto de la sociedad también resulta ser una muy mala opción porque dedicar unos recursos al funcionamiento de tres o cuatro redes mediocres (y todos mal servidos), es mucho peor que aplicarlos, incluso en menor cuantía, a tener a punto una sola red de calidad, en beneficio de todos los usuarios.
Así pues, como única alternativa a considerar no queda otra que la de ofrecer y posibilitar el acceso a la red a otros operadores.
Si a alguien se le ocurre otra cosa y nos la explica no tendría yo ningún inconveniente en modificar ágilmente mi percepción, con esa cintura de junco que Dios nos ha otorgado a los carteros.
Mientras tanto solo puedo decir que el R D cumple con el guión, que se ha hecho lo que se podía y debía hacer y que no hay razones de fondo que justifiquen la campaña que han montado los Sres. de CCOO en su contra, organizados incluso a escala internacional.
Todo esto desde el punto de vista de quien ha dado por bueno el proceso desde el principio, por ejemplo ellos
Entonces, ¿cuáles pueden ser los motivos?

--¿Será por cuestiones de detalle en la aplicación práctica?
Tendría tan poco sentido como oponerse vehementemente a lo que aún no existe, puesto que el legislador no entra en esa materia. El R D solo traza las líneas maestras y deja pendientes, hasta un desarrollo posterior, los aspectos concretos del funcionamiento real (precios, condiciones, etc.)
Es natural manifestar preocupación por cómo serán estos detalles, al fin y al cabo, lo que va a llegar directamente a la cuenta de resultados de Correos es la diferencia entre los ingresos derivados de la venta de unos servicios y los gastos que origina el prestarlos, y aquí sí es determinante la variable precio, aún no definida.
Atendiendo a las críticas parece como si se diera por hecho que finalmente se establecerán unas condiciones ruinosas para Correos. No deja de ser una profecía, y no me parece muy buena, porque no hay indicios que permitan ver al Gobierno empecinado en la tarea de arruinarnos, sino todo lo contrario.
Donde sí puede haber alguna intención puntual de ese tipo es en los niveles intermedios de la Dirección de esta Casa y supongo que terminará por ser neutralizada.

--¿Que indirectamente será una ruina porque permitirá desarrollarse a los operadores privados y ganarán cuota de mercado a costa nuestra?
Bueno, que ganen cuota de mercado es el objetivo que persigue quien realmente desea competencia en el sector y eficiencia económica en beneficio de todos, incluyendo a los trabajadores. Esto es lo que ha justificado la política colaboracionista del sindicato que ahora monta en cólera porque se ponen las bases para que suceda.
De entrada es un argumento incoherente, salvo para quien haya manifestado su oposición al proceso de liberalización.
Además la conclusión extraída es incorrecta porque Correos debe adaptarse, lo sabe y lo está haciendo. Perder algo de cuota del mercado postal no equivale al fin del mundo. En un futuro cercano la carta y el SPU representarán, probablemente, una parte no demasiado grande ni excesivamente importante de la actividad de esa gran empresa que está llamada a ser Telégrafos y Correos, S A
Me viene a la memoria el bueno de J., jefe de tarde de la oficina de una populosa localidad barcelonesa, cuando me explicaba una noche que la oficina era una máquina de ganar dinero, a base de vender en cantidades industriales cualquier producto que se ofreciese a los clientes. Al margen de los tradicionales, que se venden solos.
Ya sé que todos los sitios no son como ese, claro, pero el promedio seguramente no está nada mal... y vamos mejorando. ¿No habéis visto las colas que se preparan?

A modo de resumen: La soberbia campaña de CCOO contra el R D no tiene justificación real y publicable. Sí la tiene que tener oculta porque las cosas se hacen por algo. Miedo me da que lleguen a movilizar al personal y quemen las poquitas energías reivindicativas que tenemos en una batalla inútil, dejándonos desarmados para otros seis o siete años.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

dices que no es para tanto y que el gobierno no nos quiere arruinar.Como puedes explicar entonces que seamos el primer pais de toda la unión que regulamos el acceso a la red publica¿que necesidad habia de hacerlo? me da la impresión que este gobierno es mas liberalizador que la propia comunidad y eso que es un gobierno socialista si esto lo hubiese hecho el PP se forma un escandalo de cuidado.

Napoleón Boina Aparte dijo...

Lo primero gracias por tu comentario, y sobre todo por leerme.
Te explico: Yo no sé si el Gobierno quiere arruinar Correos o no. No tengo la suerte de relacionarme con el Sr. Solbes y no me lo ha contado. Sí que puedo, como tú, observar y deducir.
Bien, pues lo que he observado es que si lo hiciesen ganarían muy poquitos y perderían casi todos. Y me estoy refiriendo a los poderosos únicamente, que son los que en realidad cuentan. Desgraciadamente..
A partir de ahí se deduce fácilmente que no lo harán, que si hubiese algún despistado con poder (caso muy raro) no le dejarían tirar esto a la basura por la sencilla razón de que lo contrario tiene premio: Un montón de puestos de alto rango donde colocar a los afines, un montón de beneficios de donde chupar, un montón de impuestos que alegrarán el presupuesto y hacen falta para seguir gastando sin problemas... ¿Son pocas razones?
Si en medio de ese decorado colocas a los sindicatos, al Real Decreto... posiblemente lo veas de otra manera. Puedes probar

Anónimo dijo...

En muchas cosas estoy de acuerdo contigo, pero me temo que si tendrá consecuencias graves para el personal, creo que se sacrificarán muchos puestos de trabajo,otra cosa es que eso no es lo que le preocupa a ccoo, vamos que hasta ahora estaban de acuerdo en toda la liberalización y en ser pioneros y ahora de repente les entra el pánico, yo creo que es que no es lo mismo que sea papá Estado el empresario y otra bien diferente es que de aquí al 2009 esto se convierta total o parcialmente en una empresa que ya no sea estatal y entonces se le acaba el tinglado que tiene montado este sindicato dentro de la empresa, como sabes en este mismo sector en las demás empresas privadas sea unipost u otro cualquiera ccoo no tiene nada que hacer y eso lo saben bien,eso de vivir a cuerpo de rey y con buenos sueldos ya que cobran todos cuantos complementos hay y demás se les acabaría, yo pienso que es eso y no otra cosa.
Decirte que no es que nosotros tengamos una red técnicamente apetecible o en tan buenas condiciones en este momento ni que nuestro servicio esté ahora en la calidad óptima,ni se está prestando el SPU como manda la ley , ese que tanto defiende ahora ccoo que dice que luego no se va a poder prestar,pero si ahora ya no se está haciendo y no les preocupa lo más mínimo porque les preocupa luego,no lo entiendo; pero a lo que te decía de la red, pero eso no es lo que afanan las demás compañías, lo que desean es nuestra marca "correos" en este momento es lo único que nos queda pero para negocio ya es suficiente, vende mucho y es lo que buscan, lo demás ya lo pondrán ellos.
Lo de los puestos de trabajo, entiendo que en este momento las oficinas son un gran negocio y dan mucho dinero, no obstante en la parte de logística sobrarán muchos efectivos,date cuenta que únicamente son "rentables" los centros automatizados , los demás se quedan como carga descarga de intermediarios o a lo mejor ni eso, no se potenció la paquetería como en un principio se decía y que decir de las unidades de urgentes más de lo mismo.Creo que de aquí al 2009 si se vendiera sobrarían en torno a 20.000 personas, bueno si descontamos las jubilaciones y excedencias que pueda haber,tal vez alguna menos pero más o menos, es mi parecer o lo que yo noto a mi alrededor cuando veo todo lo que está pasando, no quiero decir que todo el mundo tenga que ser tan pesimista como yo pero es lo que yo pienso.

Anónimo dijo...

A día de hoy el sector de la correspondencia representa la mayor parte de negocio de Correos S.A. A día de hoy. Especular lo que puede ser en un futuro está bien pero eso es un intangible.
Los principales clientes de Correos S.A. son, a día de hoy, los grandes clientes,BBVA, Telefonica, Vodafone La Caixa, Endesa... y otros. ¿Qué me impediría a mi, persona física montar una empresa de correo sin infraestructura alguna, y conseguir que estos grandes clientes negocien conmigo un contrato para la distribución de la correspondencia y sea yo como cliente mayor quien obtenga un precio más ventajoso para ellos y para mi de parte de Correos S.A.?
Es decir alguien, en este caso un R.D. pone a Correos en el disparadero de la precariedad, y puede permitir que un tiburón financiero se lleve parte de sus ya menguados beneficios, repercutiendo en la mejora de la cuenta de resultados de sus grandes clientes.
Para eso sirve el real decreto y para nada más.
Mejora para los grandes clientes, deterioro mayor aún del servicio público,más precariedad y peores retribuciones del personal de Correos.
Esa es nuesta dura y cruda realidad.
Y entretanto más de treinta mil funcionarios que no se quieren enterar de que perderán la condición de tales en breve.
Saludos.

Anónimo dijo...

Pero, es que es dificil explicarlo ,no entiendes como lo importante para casi todos es cobrar 2o euros más al mes y hacer horas extraordinarias en esta campaña y hacerle la pelota al jefecillo de turno para vivir un poco mejor y es que lo que pasa en correos no se entiende, parece que no tenemos sangre,yo no sé ,o somos una pandilla de deficientes mentales lo digo con todo el respeto a los que son enfermos,o esto no tiene sentido,como es posible que un colectivo tan grande no esté en la calle gritando y pidiendo lo que es nuestro por ley,hemos pasado unas oposiciones duras y muy duras para luego que de un plumazo te quieran quitar lo que costó sudor y lagrimas y muchas noches sin dormir,de que estamos hechos?que alguien me diga que sucede para que nos dejemos matar de esta manera.