La crisis primero financiera y económica después, en la que todavía está inmerso el capitalismo occidental, pilló a las principales empresas del sector postal en plena carrera para posicionarse lo mejor posible ante la liberalización total del mercado europeo, prevista para 2011 en lo referente a la normativa.
Aquella exuberancia, que diría Greenspan, de movimientos corporativos en los años 2006 y 2007 se frenó ante las incertidumbres planteadas en un panorama que cambió radicalmente desde el optimismo al pesimismo, trastocando valoraciones, objetivos y estrategias empresariales en todos los sitios.
Una duda se planteó inicialmente a los analistas con respecto a los operadores dominantes en sus respectivos países, buena parte de ellos ex monopolios estatales que ya habían recorrido parcialmente el camino hacia la privatización (lo admitiesen o no los gobernantes de turno):
¿Iba la crisis a estimular o a ralentizar los procesos de venta de aquellas empresas públicas o semipúblicas?
Los hechos posteriores nos dicen que no se ha avanzado mucho por aquella senda, si acaso lo contrario, y en tal contexto se aprobó el pasado martes la conversión de La Poste en sociedad anónima por el parlamento francés, suceso éste que seguramente va a marcar un antes y un después en el mundillo postal, entre otras cosas porque obligará a mover ficha a los otros candidatos a copar el mercado europeo liberalizado, dando por finalizada la tregua de estos dos últimos años. Tal vez.
Dice la oposición a Sarkozy que se deje de medias verdades y admita sin rodeos que allí se ha optado por privatizar La Poste más pronto que tarde. ¿Para qué el movimiento, si no?
Una primera impresión que podría desprenderse de todo esto es que nuestros vecinos parece que ya ven la luz al final del túnel, los brotes verdes que decía nuestra Ministra, se cree que una de las firmes candidatas a dejar el Gobierno en la próxima remodelación que haga el Sr. Zapatero.
Ellos habían perdido mucho terreno frente a holandeses y alemanes en la carrera por ganar tamaño en el exterior y parece que han decidido recuperarlo quitándose la etiqueta de “Empresa pública francesa que pretende tomar el control en un sector más o menos delicado en países ajenos”, cabe suponer que en la creencia de que se cumpla el calendario diseñado en la Tercera Directiva.
Hasta ahora, lo que se ha podido observar es que los Gobiernos que habían ido haciendo los deberes con su operador doméstico no eran partidarios de aplazar mucho la fecha de la liberalización, al contrario de los más rezagados. El francés era uno de los menos "aplicados", pero eso está cambiando ahora, cosa que podría restarle bastantes probabilidades a un nuevo retraso en 2011.
No deja de ser un aviso para los buenos navegantes españoles, como Churruca y Gravina.
viernes, 25 de diciembre de 2009
La Poste será sociedad anónima
Publicado por
Napoleón Boina Aparte
en
20:55
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