lunes, 9 de enero de 2012

Dispongan Vds. de mi salario-I.

Así es Correos, si les parece bien y cierto.- 

Érase una vez una Sociedad Anónima Estatal que se llamaba Correos y Telégrafos. SECITSA la empleadora le llamaban por abreviar, particularmente en los juzgados y en la Inspección de Trabajo.
Vivía tan ricamente, sustentada por cerca de setenta miles de esforzados que le dedicaban su jornada laboral y dirigida por un equipo de profesionales de quienes diríase que habían nacido con una flor donde la espalda pierde su nombre.
Por encima de todos ellos y por debajo del faraonato de Los Mercados, el Gobierno de la Nación sentaba las bases para que nada entorpeciese el crecimiento armonioso de aquella criatura.
  Así pues, nadie podría extrañarse de que, con todos estos antecedentes favorables, los ejercicios contables transcurrieran felices y en beneficios. Como debe ser. 
  Pero, pero... sabido es que la felicidad nunca es eterna ni hay mal que cien años dure ni carta que se extravíe. También, ¡ay!, la pizpireta Secitsa iba a tener que desenvolverse bien pronto en un entorno mucho más hostil.
  Sucedió entonces que vino a desencadenarse el diluvio universal económico-financiero y nos sorprendió a casi todos fuera del arca de Noé.
 Esta quiere ser la historia de cómo Correos pudo capear aquel terrible temporal.

  No puede afirmarse que los datos resulten antiestéticos en un artículo, pero sí que tienen su estética particular; así que procuraré traer aquí los indispensables para sostener las afirmaciones que pretendo divulgar. La mayor parte de ellos provienen de las memorias oficiales de Correos de los últimos cuatro años y bueno será advertir que difieren algo de los ofrecidos por el Ministerio de Fomento, cosa que no influye en las tendencias observables.


La plantilla.-
      Durante el último lustro alcanzó el máximo en 2007 con una media anual de casi 67.000 trabajadores. Desde este pico se inició una tendencia descendente que nos lleva hasta menos de los 62.000 de 2010, año en que se ha publicado la última memoria. Nada indica que la contratación haya aumentado en el difícil 2011, más bien al contrario, así que podríamos estimar en unos 60.000 los contratados en el año de los cinco millones de parados.
  Se habrían perdido, pues, unos 7.000 puestos de trabajo en los últimos cuatro años y no ha sido a costa del colectivo de personal laboral puesto que sus efectivos han aumentado algo, sino de los funcionarios por haber disminuido en unos 10.000, hasta quedar en los poco más de 20.000 que aún permanecemos en esta Casa. Parte de estas bajas son achacables a la consecución de algún puesto en la Administración y el resto se debe a otras causas, como la jubilación. Desconozco la proporción entre ambas categorías.

Los dineros.-
     Los ingresos de Correos se sitúan en esta época muy cerca de los 2.000 millones de euros anuales, de los cuales el Estado aporta no mucho más de un 3% de media (unos 60 millones) en concepto de financiación del SPU. Y no son beneficios, cumplir con el servicio conlleva unos costes. Lo digo porque me he encontrado con bastantes compañeros (incluso algún importante sindicalista) que consideran al SPU como la salvación financiera de Correos. Bien lejos de la realidad, así lo dicen los números. Es una parte muy pequeña del negocio; otra cosa es que tenga su importancia por otros motivos.
  Aquellos ingresos se destinan principalmente a cubrir los gastos de la empresa y últimamente vienen siendo de cuantías bastante próximas, propiciando de ese modo el equilibrio financiero. Concretamente los gastos de personal se sitúan en torno a los 1.500 millones de euros… ¡que Correos paga por sus trabajadores! Lo digo porque está muy extendido el error de que el Estado paga las nóminas de los funcionarios postales en todo o en parte. No es así, y sería inconcebible que una empresa estuviese participando en el mercado postal con semejante ventaja competitiva.
  Si dividimos los 1.500 millones gastados entre los 60.000 de la plantilla, resulta que el coste por trabajador asciende a 25.000 euros. Si tú ganas menos es porque alguno gana más.

Desde esta base ya se puede intentar una aproximación al objetivo planteado en este artículo
Continuará.

1 comentario:

Eloisa dijo...

Que blog tan interesante! lo que escribes me ha dado que pensar ;D
Te invito al mio
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