Por segunda vez en dos meses Sindicato Libre y UGT convocan a los trabajadores de Correos, ahora a una concentración que tendrá lugar en Madrid el próximo 16 de Febrero.
Las reivindicaciones no han variado, pero no fueron el principal motivo de la generalizada falta de apoyo en Diciembre ni lo van a ser ahora.
Se echa en falta un amplio debate público sobre el particular, pero a las que hay no les falta una buena dosis de realismo ni de razón de ser, así que, aun con matices, creo que satisfacen aceptablemente las expectativas de la mayoría. Ahí NO está el escollo.
Yo rechacé la acción reivindicativa de Navidad movido por la desconfianza en los promotores, fundamentalmente en las personas que dirigen UGT, cuya gestión al frente del sindicato considero lamentable. La propia convocatoria adoleció de graves defectos de forma que no supieron o no quisieron corregir durante la campaña.
Ante un descalabro más que previsible no fue difícil calcular que el efecto esperado de la movilización iba a resultar totalmente contraproducente para los intereses de los trabajadores, intereses con los que estoy comprometido.
Con toda lógica no secundé la huelga.
Algo ha cambiado en este segundo intento.
De fondo se nota que los convocantes han entendido que carecen de la capacidad de convocatoria suficiente y que volverían a fracasar si no hacen las cosas mejor.
Después de más de una década de sufrir las malas consecuencias del sindicalismo de concertación sin participar en los beneficios, de una racha horrorosa de fracasos reivindicativos y de frustración, NO se puede empezar pidiendo grandes sacrificios a la gente.
¡Esta vez se está haciendo mucho mejor!
Un viaje a Madrid pagado, en buena compañía, es una carga mucho más llevadera que desangrar en un 20% a la triste nómina, en los tiempos que corren. Preferiría no pensar en lo que nos gastaremos allí para celebrarlo.
No basta con pedir poco para lograr un seguimiento masivo; además, hay que ser capaz de convencer de que se va a conseguir mucho.
Yo diría que eso pasa inevitablemente por un amplio consenso entre las Organizaciones Sindicales: si se consigue dar la sensación de unidad, de compromiso masivo con una causa, los trabajadores creeremos en el proyecto y en nuestras posibilidades; de lo contrario no. En ambos casos actuaremos en consecuencia.
Lo visto en los comunicados oficiales y en los lugares de encuentro en internet parece indicar que se ha aprendido la lección y que se intenta, particularmente desde UGT, sustituir la prepotencia, los insultos y la casi-orden de secundar de la pasada campaña por el acercamiento, la petición de solidaridad y de ayuda para una causa que es de todos.
Si se continúa por ese camino los resultados obtenidos no deberían ser peores, seguramente mejoren, produciéndose además el beneficioso efecto “bola de nieve”: a medida que algunas OOSS vayan sumándose a la movilización, el éxito se va haciendo más probable... y pocos querrán quedarse al margen.
Ahora sí parece posible y no hay mucho que perder.
Confío en que entre todos seremos capaces de administrar correctamente la victoria.
Démonos una oportunidad
viernes, 8 de febrero de 2008
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