domingo, 7 de enero de 2007

Por el Servicio Postal Universal, sí

Curioseando por “Cosasdecarteros” he llegado hasta un documento que me servirá de base para escribir el tercer artículo con la liberalización del sector postal como tema de fondo.
En los dos anteriores, dedicados a la creación del regulador y al R. D. de acceso a la red, se afirmaba que la incidencia de aquellos dos sucesos en Correos, en sus trabajadores y en los usuarios del servicio no debería ser muy grande por las razones allí expuestas. De ello se derivaba la sorpresa por la desproporcionada campaña “anti” que había organizado algún sindicato y la sospecha de que sus verdaderas intenciones al respecto bien pudieran ser diferentes a las declaradas.
Sucede que este último artículo es una muestra de lo contrario, de cómo a veces los sindicatos saben estar donde les corresponde, saben lo que tienen que hacer y actúan honestamente.

El documento original está en francés, en la siguiente dirección:

http://www.union-network.org/unipostal.nsf/d3ae12c135a6a3aac1256b2f0050ecdc/62c245874a386267c1257203005232f2?OpenDocument

y para mayor comodidad os ofrezco una traducción propia. Disculpadme si encontráis algún defecto.
Es un comunicado de UNI Global Union, una agrupación internacional de sindicatos entre los que participa CCOO, y es de suponer que sus opiniones se formen por consenso. No sé lo que pueden haber aportado los de aquí, si es que no han restado algo, el caso es que el resultado final es éste:
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10 operadores postales expresan su inquietud

Los operadores postales belga, chipriota, francés, griego, italiano, húngaro, luxemburgués, maltés, polaco y español -que dan servicio a más del 50 % de la población de la Unión Europea- expresan su inquietud ante la ausencia de respuestas concretas por parte de la Comisión Europea sobre la futura financiación del servicio postal universal.
El próximo 18 de octubre la Comisión Europea examinará una proposición de directiva determinante para el futuro del sector postal europeo.
Según declaraciones recientes del Comisario europeo McCreevy *, encargado del expediente, este proyecto prevé:

Una liberalización total del mercado postal en Europa a fecha término de 2.009.
Un reconocimiento de la importancia del servicio universal y la atención a las obligaciones que se derivan de ello. El Comisario recalcó la contribución irreemplazable del servicio universal a la cohesión territorial y social. Los firmantes, que se han movilizado activamente a favor de un servicio universal de calidad accesible a todos en todos los puntos del territorio, se felicitan por este empeño.

Se mantiene la inquietud de los firmantes al comprobar que, a pesar del llamamiento a la prudencia que habían emitido el pasado mes de Julio, no se aporta ninguna demostración de la eficacia de las medidas contempladas por la Comisión para la financiación del servicio postal universal. No han sido objeto de ningún test económico ni operacional, y no aportan la seguridad o las garantías jurídicas suficientes.

Estas medidas no ofrecen, pues, una mayor garantía de financiación del servicio universal y pondrían en peligro la extensión, la calidad y la facilidad de acceso a los servicios de que disfrutan actualmente los ciudadanos europeos.
Ante la constatación de esta carencia, los firmantes manifiestan el deseo de asociarse activa y positivamente, en la reflexión sobre este asunto crucial para el futuro del sector postal en Europa, y emprenderán iniciativas concretas en este sentido.
Para los firmantes, es esencial que las medidas realmente eficaces en la financiación del servicio postal universal sean identificadas e implementadas antes de proceder a la supresión del único modelo de financiación que, a día de hoy, ha demostrado su eficacia: un sector reservado apropiado

Contacts presse :
Correos y Telégrafos S.A.E. (Espagne): Evelia Cuevas, +34 91 5 963 060 Email : evelia.cuevas@correos.es
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En primer lugar me llama la atención el hecho de que, sin manifestar mucho entusiasmo por la liberalización, no se oponen frontalmente a ella. Es como si se echasen a un lado dejando a los políticos tomar las decisiones políticas (es su tarea, su razón de ser), reservándose para ellos el cometido que les corresponde; o sea, hacer sindicalismo leal, honesta e inteligentemente.
Entiendo que eso consiste en volver la vista inmediatamente hacia el colectivo al que representan y analizar los efectos que las medidas en cuestión van a provocar en los representados: trabajadores y usuarios, que en su mayor parte son, además, trabajadores. A partir de ahí, recoger lo negativo, y/o lo mejorable, y plantear que se reconsidere y que se tenga en cuenta; con toda la energía que sea necesaria. Si se tiene.
Pues eso es exactamente lo que han hecho. Saben que el escenario post-liberalización más probable no es la concurrencia de muchas empresas compitiendo ferozmente en precios y en calidad del servicio, para beneficio del usuario, sino un mercado bajo el dominio de unas pocas grandes multinacionales que tienden a ponerse de acuerdo tanto como a competir (si les dejan...y no suele tardar mucho en suceder), unos precios al alza y una calidad muy buena y muy cara para unos pocos que pueden pagársela, y muy mala para la gran mayoría.
La solución que se maneja en todos los ámbitos consiste en un Servicio Postal Universal (SPU) real, que funcione, con unos mínimos de calidad altos y que se vaya adaptando a los servicios que la sociedad demande en cada época.
Cuando la ciudadanía llegue a estar mayoritariamente interconectada, cuando la brecha digital ya afecte a pocos, seguramente las necesidades de comunicación demandadas no serán las actuales, y sin pretender profetizar cuáles serán, sí me atrevo a suponer que alguna habrá. Y hasta puede que más que ahora por el previsible aumento de la producción, del comercio y del dinamismo de la sociedad en general.
Los sindicalistas de UNI se congratulan de que el pueblo europeo considere necesarios los servicios postales y de que el Comisario lo reconozca, lo asuma y lo refleje en la Directiva. Y protestan, me parece que atinadamente, porque se deja muy en el aire el tema de la financiación del SPU. Es una cuestión fundamental, lo parezca o no, porque si falla se nos viene abajo la aplicación práctica de aquella bonita declaración de intenciones.
No pretendo valorar más que este documento, que es todo lo que tengo de ellos, y no otros posicionamientos anteriores o posteriores. Y es por comparar esta actuación suya con las maniobras desnortadas de los de aquí; la verdad es que resalta vivamente el contraste. ¿Qué dirán en las reuniones con sus compañeros europeos?

Se maneja en marketing el concepto de “orientación al cliente”. Se trata de poner al cliente en el centro de la atención y organizar todo el proceso productivo de la empresa, y la distribución, de cara a satisfacer los deseos, las necesidades (reales o ficticias), de Su Majestad El Cliente. A ser posible por encima de sus expectativas.
¡Pues funciona! El cliente reacciona comprando masivamente y la empresa se harta de vender, que es lo que realmente buscaba. De rebote se puede producir a gran escala y bastante más barato, en beneficio del conjunto de la sociedad, que se encuentra una oferta amplia y de precio asequible .
No propongo que se trasplanten estos mecanismos al mundo del trabajo, ni mucho menos, pero quizás unas pinceladas de “marketing sindical”, de “orientación al representado”, sí conseguirían mejorar un poco el lamentable estado de divorcio que se da entre los trabajadores y ciertas elites sindicales.
La diferencia que habría entre “orientación hacia las siglas” y “orientación al representado”es la que puedes notar entre el concepto de “administrar la información”, en beneficio de sabe Dios quién, y el de “informar” a los trabajadores. También es la que habría entre estafar a los candidatos a trabajadores fijos de Correos (me estoy refiriendo a las academias, cursos... me da vergüenza ajena) , en beneficio de unas siglas y de sus dirigentes, y partirse el espinazo como sindicato para que aquella gente obtenga un empleo digno en todos los aspectos, incluyendo el proceso conducente a él.
En relación con lo que comento en este artículo, sería la diferencia entre canalizar el potencial reivindicativo de los trabajadores hacia la defensa de unos intereses ajenos a ellos o en defensa de lo que realmente les afecta.
En concreto: Montar el número porque han quitado unas competencias ficticias a una subsecretaría de Fomento y se las otorgan a un regulador de nueva creación (ambos supeditados inequívocamente al Gobierno en asuntos relevantes), o exigir con toda el alma un SPU de calidad y bien dotado de medios por entender que sin ello se terminará marginando a una parte de la población.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen artículo...

El enlace tb. está en inglés...
http://www.union-network.org/unipostal.nsf/d3ae12c135a6a3aac1256b2f0050ecdc/96a065b7d808cc43c1257203005222c7?OpenDocument


Titular de la Subdirección de Comunicación de Correos, Evelia Cuevas,
tb. colaboradora-consejera en la época ppera del Madrid-Europa
Revista de información Europea de la Comunidad de Madrid
y protectora del escándalo-escándalo del nombramiento de
Marta Nogueroles como directora de Planificación y Finanzas,
esperemos que en esto se le den mejor los idus de diciembre, enero, febrero, marzo (César cuídate de los idus de Marzo) y abril... jeje -yo me entiendo-


Bueno y por elegancia en la Red, el enlace...

http://cosasdecarteros.blogspot.com/2006/10/internacional-carteros-en-lucha.html#links
Es del 20 0ctubre hace casi 3 meses...


Bueno, no sé si esto significa que ves que algo está pasando...
Movimientos tectónicos, rebrote de la corriente del Niño o catastrofismo acerca del cambio climático, pero los cambios que se avecinan si que pueden afectar a los trabajadores de la actual Sociedad Estatal...

Un saludo amigo y feliz año nuevo
Tonio

Napoleón Boina Aparte dijo...

No figura Doña Evelia en el comunicado a título de directiva de Correos, sino como representante de uno de los sindicatos asociados: CCOO. Así que debe simultanear cargo en ambas instituciones (y puede que también sueldo, ¿es normal esto?)
Contaba un día nuestra amiga Doña Oui, en uno de sus pocos excesos administrando la información, que a la persona que ocupaba tal cargo en Correos –nada de nombres, hasta ahí podríamos llegar– le habían dado el primer premio en el primer certamen de literatura epistolar sin que tuviese más méritos que otros concursantes (por una vez estoy completamente de acuerdo) y le habían fichado para el “Abrecartas”, dotado con un presupuestazo sorprendentemente alto.
Figúrate, si a algún malpensado va y se le ocurre la peregrina idea de que por esta vía semicamuflada, y quizás también por otras, se podrían estar pagando a cierto sindicato una parte de sus servicios prestados. Y de sus firmas...
¡Ay, San Juan de Sahagún! ¡Aparta de mí esos malos pensamientos!

Sobre la intencionalidad de este artículo diré que inicialmente he pretendido equilibrar a los dos anteriores relacionados, que pudieran haber dejado la sensación de que pienso que aquí no pasa nada.
Claro que sí pasan cosas; y muy deprisa. Sospecho que dentro de cinco años Correos no se parecerá demasiado a lo que era hace otros cinco.
En el proceso de cambio los trabajadores nos veremos afectados de lleno. No podría ser de otra forma. Habrá ganadores y perdedores. Sucede siempre.
Creo que necesitamos, tan desesperada como urgentemente, sindicatos fuertes, inteligentes y honestos.
Este perfil no lo dan los que fueron el 26-N a contar camuflados cuántos trabajadores acudieron a la manifestación y después les convocan ante la embajada de Finlandia porque un Real Decreto permitirá a la competencia utilizar (¡pagando!) una parte de nuestros medios.
Si los llegan a utilizar, será con carácter muy residual porque si no van de ala. Estarán condenados a vender un servicio peor que el nuestro (¿o es que aquí vamos a ser idiotas?) Y así no pueden llegar muy lejos. Y lo saben; naturalmente. Así que la posible repercusión en los trabajadores y en las cuentas de Correos es muy discutible.
En la última parte del artículo me he mojado, no sé si más de la cuenta, manifestando cómo me gustaría que pensaran y actuasen nuestros sindicatos.

Saludos

Anónimo dijo...

Gracias por el articulo.

Mucho mas me preucupan las declaraciones vertidas por los politicos en euronews sobre la liberacizacion porque los sindicatos son capaces de engañarse a si mismos si hace falta, como nos vienen demostrando en el dia a dia aqui en españa.

saludos.

Anónimo dijo...

Telefónica en la práctica/teoría ha seguido siendo la titular del servicio universal desde la liberalización...
En el momento inicial aprovechó para una externalización salvaje que ha ido desarrollando paulatinamente, alquila servicios, tecnología, concesiones administrativas, etc. dándole muy buenos beneficios (además las subcontratadoras en ese caso se llevan el muerto de la bronca contra los clientes-usuarios), se han quitado de encima un gran gasto que son los servicios de RRHH-personal, no tan amortizable ... cómo las inversiones en tecnología jeje


No observas que en Correos se podría llegar a dar una paradoja parecida, excepto en que el correo tradicional está en vías de bajar y va a tomar la primacía el reparto de paquetería-las ventas on line-el último eslabón: la llegada a casa del cliente.

Entonces no veo cómo le va a dejar de interesar a Patrimonio del Estado-SEPI-MEH una ganancia más limpia y más rentable para las arcas del ESTADO al librarse de cargas como pensiones, ayudas sociales a los trabajadores de la empresa pública, etc., etc.

No sé lo veo así tal vez esté miope, pero creo que lo único que tengo es astigmatismo

Salud
Tonio

Napoleón Boina Aparte dijo...

No conozco las contrapartidas que obtiene Telefónica a cambio de la gestión del servicio universal, pero sospecho que no serán pocas y que el negocio no es ruinoso precisamente. Si ha llegado adonde está, al menos en parte, ha sido con el apoyo público. Habría que sumarlo todo, lo que se ve y lo que no se ve.
Tampoco tiene por qué ser un mal negocio para el Estado. No perdamos de vista que cobra el impuesto sobre sociedades, y por tanto, tiene un interés directo en el éxito de todas las empresas.
Entiendo que planteas si al Estado no le resultaría más conveniente largar el SPU, con todas sus cargas, a un futuro Correos privatizado, a imagen y semejanza de lo anterior.
Puede ser, pero ya se cuidarán de no poner en peligro la viabilidad económica del operador. Entre otras cosas porque me parece que, a pesar de la privatización, aún pasará mucho tiempo antes de que se desvincule completamente de la S A E.
No pretendo adivinar cómo se hará en la práctica el tránsito de las acciones y de la gestión a manos privadas, pero no veo razón para que ensayen cosas raras, habiendo modelos aquí mismo que han funcionado exitosamente. Me refiero a sacar a la venta, en pública concurrencia, paquetes minoritarios escalonadamente en el tiempo, con el fin de que se vaya adaptando poco a poco todo el mundo.
Quiero decir con esto que los intereses de Correos y los del Estado son coincidentes en casi todo y lo van a seguir siendo durante bastante tiempo. No deberíamos esperar que nos vengan muchos perjuicios de ese lado.